Eric Burdon se había distinguido en su Inglaterra natal como representante de un animoso rythm & blues, pero su imagen y estilo cambiaron al entrar en contacto con la contracultura americana y la experimentación psicodélica.
Entre 1967 y 1968, la conjunción Eric Burdon y los Animals dio tres obras poco comunes que reflejan cuán profundamente los cambios culturales habían invadido el terreno artístico y en particular el de la música popular.
El álbum Twain shall meet again (1968), segundo de la serie, fue su particular búsqueda de la verdad, tan escurridiza como sus sonidos, y Every one of us (1968) aportó además blues arenoso y vivaces secciones habladas.
Winds of change (1967), el primero, ofrece un retablo de estampas expresionistas repleto de novedades. La canción del mismo título rinde homenaje a nombres que trajeron el cambio y sus promesas de felicidad.
(Hay vientos de cambio en el aire / Que van recogiendo hojas a su paso / Y la gente que son las hojas / Permanecerán en nuestros corazones / Con amor, hasta la eternidad ... / B.B. King bramaba / Charlie Parker lloraba / Louis Jordan sonreía / Ray Charles gemía / Chuck Berry rockanroleaba / Fats Domino me hacía sentir bien / Sólo Elvis podía hacer aquellas cosas / Vinieron los Beatles, los Rolling / Algo nuevo estaba pasando...)
(Hay vientos de cambio en el aire / Que van recogiendo hojas a su paso / Y la gente que son las hojas / Permanecerán en nuestros corazones / Con amor, hasta la eternidad ... / B.B. King bramaba / Charlie Parker lloraba / Louis Jordan sonreía / Ray Charles gemía / Chuck Berry rockanroleaba / Fats Domino me hacía sentir bien / Sólo Elvis podía hacer aquellas cosas / Vinieron los Beatles, los Rolling / Algo nuevo estaba pasando...)