martes, 26 de mayo de 2020

The Cross

PRINCE (The Cross)

Prince legaba en 2016 una abundante discografía en la que predomina la sonoridad electro-funk, una actitud de innovación permanente y la impresión de que al fundir arte y vida el artista accede a imágenes de futuro sorteando las trabas del presente.
Escapando del entorno familiar y social de su infancia y adolescencia en Minneapolis, a los veintidós años ya había publicado tres álbumes, de los que sobresale Dirty Mind (1981), un álbum éste rendido a la concupiscencia y a ritmos insistentes de funk-rock.
Su maestría al piano y la guitarra, así como el dominio de la composición y las técnicas de producción, lo llevarían al éxito comercial de 1999 (1982), y a la celebridad de Purple rain (1984), un esfuerzo compartido con The Revolution, su banda hasta 1986.
Prince surcó como estrella rutilante la década de los ochenta, a la que añadió la genialidad caleidoscópica de Sign o' the times (1987), en donde la canción The Cross lo deja ver a la luz de una cierta inquietud religiosa que el paso del tiempo acentuaría.

(Día oscuro, noche tormentosa / Sin amor, sin esperanza a la vista / Deja de llorar, él está llegando / No mueras sin conocer la cruz / Ghettos a nuestra izquierda, flores a la derecha / Habrá pan para todos nosotros / Solo con que podamos llevar la cruz / Dulce canción de salvación / Una madre embarazada canta / Vive muerta de hambre / Sus hijos necesitan todo lo que ella trae / Todos tenemos problemas / Algunos  grandes, otros pequeños / Pronto todos nuestros problemas / Serán redimidos por la cruz)

lunes, 18 de mayo de 2020

Lovin' you

MINNIE RIPERTON (Lovin’ you)

La carrera singular de Minnie Riperton acabó con su fallecimiento prematuro en 1979. Dejaba tras de sí cinco álbumes de vibrante sensualidad y una voz soul única que recorría como un soplo extremos tonales del rango de cinco octavas.
Nació en Chicago en 1947 y de joven quería ser cantante de ópera, pero la música popular le ganó su interés cuando, con catorce años y enrolada en el grupo femenino The Gems, firmó para el sello Chess, en donde después celebraría sus primeros éxitos.
Antes, entre 1967 y 1971, lideró la banda de soul psicodélico Rotary Connection, del que era productor y arreglista Charles Stepney. Él y su marido, el compositor Richard Rudolph, la asistieron en el brillante debut de Come to my garden (1971).
‘Les fleurs’ era una exultante canción de gozo, pero escuchar ‘Lovin you', del ábum Perfect Angel (1974), acerca a la dimensión apoteósica de Minnie Riperton, una artista que cuando cantaba al placer del amor lo hacía con la atrevida inocencia de un ángel.

(Amarte es fácil porque eres maravilloso / Y hacerte el amor es lo que más quiero / Amarte es más que un sueño hecho realidad / De amarte proviene todo lo que hago / La la la la la la / Do do do do do / No hay nadie que pueda hacerme sentir / Los colores que tú traes / Quédate conmigo mientras vamos envejeciendo / Y viviremos cada día una primavera / Porque amarte ha hecho mi vida maravillosa... / La la la la la la)

domingo, 10 de mayo de 2020

Train to nowhere

SAVOY BROWN (Train to nowhere)

Savoy Brown, la banda de blues-rock que el galés Kim Simmonds (Newbridge, 1947) creara en 1966, dejó, bajo las distintas formulaciones de los primeros cinco años, una estimable obra de vigoroso blues británico, repartida en casi una decena de álbumes.
Kim Simmonds era comparable a la guitarra eléctrica a Peter Green (Fleetwood Mac) o, cuando hacía gala de rock voltaico, a Eric Clapton en versión Cream. En torno a él, Savoy Brown mantuvo desde Shake down (1967) un constante nervio creativo.
Hay coincidencia en que la formación, ramificándose al jazz y al boogie-rock, alcanza su esplendor en el complemento de la voz lastimera que el cantante Chris Youlden aportó desde Getting to the point (1968) hasta su despedida tras Raw Sienna (1970).
El encuentro de Kim Simmonds y Chris Youlden también produjo la canción que representa la quintaesencia de Savoy Brown: 'Train to nowhere', perteneciente a Blue Matter (1969), atrapa el ánimo con su ritmo hipnótico y atmósfera de oscuros presagios.

(Puedes cogerlo si quieres hacer el viaje / No te preocupes si pasa de lado / Señor, tú sabes la razón de estar / Subido a este tren hasta que muera / Sólo Dios sabe adónde va el tren en donde voy / Yo no lo sé ni me importa / No te desesperes si no llevas dinero / Pues no hace falta pagar billete / Pero, por favor, hermano, no subas a este tren / Va por malos raíles, vivirías la vida en vano)