domingo, 27 de diciembre de 2020

Take me home

 TOM WAITS & CRYSTAL GAYLE (Take me home)

Algunos críticos cinematográficos acogieron con frialdad la película Corazonada de Francis F. Coppola, porque les parecía que el cineasta estuvo más interesado en innovaciones sobre técnicas de producción y color que en resaltar a los actores y su trama.
El guión presenta a dos amantes a los que luces rutilantes de la ciudad separan, y viven fantasías propias antes de reencontrarse. Waits escribió la banda sonora, que cuenta con brillante orquestación de cuerda y varios destacados músicos de jazz.
Al piano, y arrastrada por whisky añejo, la voz de Tom Waits tiene el contrapunto de la de Cristal Gayle, límpida y resonante, en cuatro de los temas. Los dos establecen una química que se resuelve en la añoranza que empapa toda la película.
Las grabaciones se realizaron en Los Ángeles entre 1980 y 1981, con asistencia del productor Bones Howe. En los estudios trabajaba Kathleen Brennan, y, mira por dónde, Waits acertó en la corazonada de que ella sería la mujer y colaboradora de su vida.

(Llévame a casa, no seas tonto, muchacho / Pon tus brazos alrededor mío / Llévame a casa, no seas tonto / El mundo entero deja de ser redondo sin ti / Siento haberte roto el corazón / Te ruego que no me dejes a un lado / Llévame a casa, no seas tonto / Porque aún estoy enamorada de ti)

jueves, 17 de diciembre de 2020

Both sides now

 JONI MITCHELL (Both sides now)

La importancia literario-musical de Joni Mitchel es comparable a la de Leonard Cohen o Bob Dylan. Al principio, ella se encuadra en el idealismo de la generación de Woodstock, que, sacralizando la libertad, soñaba con reconquistar el jardín dorado del Edén.
Esa ilusión se condensa en ‘Woodstock’, una canción de Ladies of the Canyon (1970), primer álbum de la década prodigiosa que la ve multiplicar los registros de su voz y enriquecer la paleta musical con instrumentos y cromatismos del jazz experimental.   
Pero todavía en 1969, año en que apareció Clouds, Joni Mitchell es la joven de serena inocencia y una flor en la mano que puede verse en el autorretrato de la pintura de portada. Todavía es su época acústica y tiempo de frescas emociones.
De las canciones del álbum, la titulada 'Both sides now' se inundaba de reflejos de la delicadeza de su espíritu. Con gran orquesta y el aplomo de una moderna Billie Holiday, volvería al mismo tema más de treinta años después para envolverlo de nueva sabiduría.  

(Hileras y jirones de cabellos de ángel / Y cremosos castillos en el aire / Y emplumados barrancos por doquier / Así es como he contemplado las nubes / Pero ahora ellas tapan el sol / Caen en lluvia y nieve para todos / Habría hecho tantas cosas / Pero las nubes se interpusieron en el camino / He contemplado las nubes desde ambos lados / Desde arriba y desde abajo / Y lo que recuerdo son nubes de ilusión / Nada sé de las nubes de verdad

domingo, 6 de diciembre de 2020

Morrison

 CPR (Morrison)

En David Crosby se recoge el abrazo a la filosofía hippie de expansión de la consciencia y deseo de libertad personal mediante el uso de sofisticadas melodías, complejas armonías vocales, letras transgresoras e instrumentación psicodélica.
Ello es parte de su contribución a los Byrds, de 1965 a 1967, y del trio predominantemente folk-rock que formó con Graham Nash y Stephen Stills, expresándose con ánimo visionario en If I could only remember my name (1971), su estreno en solitario.
Persiguiendo anhelos y exigiéndose altas metas artísticas, Crosby sufrió fuertes vaivenes personales. Uno con final feliz fue el que, motivado por su inminente operación de hígado, lo llevó a conocer en 1992 a su hijo natural, James Raymond.
Con éste a los teclados y Jeff Pevar a la guitarra, constituiría la banda CPR, que, en el campo del jazz-rock, se mantuvo unida hasta 2001, dejando cuatro magníficos álbumes. En el primero, CPR (1998), la canción ‘Morrison’ gira en torno al cantante de los Doors.

(Se encontraba perdido y no creo / Que él quisiera estarlo / Como gaviota arrastrada tierra adentro / En día tormentoso… / Perdido en un cementerio parisino / Y llevando su propia corona de flores / Yo he visto esa película / Y no sucedió así / Él estaba solo y enloquecido / Y ciego como un murciélago / Al puente / Y al árbol cayéndose / Demasiado sordo para oír su propia canción / Cómo se llega a ese punto / Seguramente nunca lo sabremos)