lunes, 28 de marzo de 2016

Ring them bells

Sarah Jarosz - "Ring them bells"

Sarah Jarosz (Austin, 1991) empezó a formarse musicalmente a los doce años a partir del bluegrass, acompañando a artistas como Ricky Scaggs o David Grisman, pero su evolución la ha llevado a incorporar con estilo propio otros géneros tradicionales.
Sarah Jarosz  recibió a los nueve años una mandolina como regalo de Navidad. Un momento comparable a cuando, tras actuar en un festival veraniego en Colorado, le ofrecieron en 2007 ir a grabar a Nashville y después firmar con Sugar Hill Records.
"Song up in her head" (2009) es su primera contribución a la música norteamericana de raíces desde una trama de textura dulce y moderna. El tercer álbum, que la certifica a la cabeza del bluegrass contemporáneo, se llama "Build me up from bones" (2013).
Pero antes Sarah Jarosz había publicado "Follow me down" (2011), en donde hay una versión de "Ring them bells", la canción en la que Bob Dylan dibuja, con música pastoral y tono admonitorio, una serie de estampas de fondo alegóricamente religioso.

("Tocan las campanas, oh infieles/Desde la ciudad que sueña/Tocan las campanas desde los santuarios/Por valles y riachuelos /Pues ellos son profundos y anchurosos.../Tocan las campanas de San Pedro/En donde soplan los cuatro vientos/Tocan las campanas con mano de hierro/Así la gente sabrá/Que es hora de apresurarse/A la rueda y el arado/Y el sol va declinando/Sobre la vaca sagrada")

viernes, 18 de marzo de 2016

Silent passage

Bob Carpenter - "Silent passage"

El único álbum del canadiense Bob Carpenter, una joya musical de mediados de los setenta urdida con oscuridades de esplendorosos reflejos, ha sido distinguido entre las diez mejores reediciones del año pasado por la revista Rolling Stone.
Bob Carpenter nació en una reserva india próxima a Ontario, y creció entre orfanatos y padres adoptivos de los que escapó enrolándose en la Marina. Tras licenciarse, sus vagabundeos lo llevaron hasta la escena folk  de Toronto.
Encerrado en una cabaña durante un duro invierno, escribió las canciones que encantaron al productor Brian Ahern, quien reunió a extraordinarios músicos en el estudio de grabación (Lowell George, de Little Feat, o Emmylou Harris, entre ellos).
Grabado en 1974, "Silent passage" iba a ser la piedra fundacional de su carrera, pero disputas contractuales lo impidieron y, cuando el álbum apareció finalmente en 1984, Bob Carpenter ya estaba más interesado en el Budismo zen que en la vida artística.

(Antes de la guerra, yo no tenía necesidad de viajar/La verdad es que no sé por qué era tan importante marcharse/Y después de todo este tiempo me doy cuenta de que huyo de mí/Ni más ni menos que por miedo de lo que tengo que ganar al descubierto/A pesar de que sólo volver a casa me acerca a ti")

viernes, 11 de marzo de 2016

All my tears

Emmylou Harris - "All my tears"

La personalidad de Emmylou Harris y su inconfundible voz cristalina llevan varias décadas surcando el inagotable río del tiempo, embelleciéndolo de un reguero de luna en el que se refleja su inquieto espíritu creador, sensible y comprometido con la excelencia.
Tras conocer en 1971 a Gram Parsons, Emmylou Harris (Alabama, 1947) se convirtió en heredera de la música cósmica de raíces country. Majestuoso fue su debut discográfico "Elite hotel" (1975), igual que su participación en el "Desire" (1976) de Bob Dylan.
Instrumental en el éxito de los primeros diez álbumes, el productor Brian Ahern se despediría con "White shoes" (1983). "The ballad of Sally Rose" (1985) fue una suerte de autobiografía, anterior a "Trio" (1986), que compartió con Linda Rondstadt y Dolly Parton.
De la mano de Daniel Lanois, la artista se sacudió la atmósfera country tradicional con "Wrecking Ball" (1995) y exploró nuevos territorios en la voz y el sonido. La canción "All my tears", escrita por Julie Miller, se sitúa en la frontera de lo invisible.

("Cuando ya no esté, no lloréis por mí/Estaré en los brazos de mis padres/Las heridas que este mundo haya dejado en mi alma/Se curarán y volveré a ser como antes.../Da igual donde me enterréis/Yo ya estaré en casa y seré libre/No importa donde descanse/Se me habrán borrado todas las lágrimas")

viernes, 4 de marzo de 2016

Pride of man

QUICKSILVER MESSENGER SERVICE  (Pride of man)

Quicksilver Messenger Service se consagró como banda puntera del Sonido de San Francisco cuando apareció su Happy Trail (1969), un disco cargado de pura energía y una carátula en la mítica del Viejo Oeste diseñada por Globe Propaganda.
Aunque Dino Valente fuera el impulsor de QSM, sus problemas con la policía y las drogas dejaron los comienzos discográficos del grupo a Gary Duncan (guitarra), David Freiberg (bajo), Greg Elmore (batería) y John Cipollina (guitarra solista).
Precisamente, John Cipollina, que eligió un plano discreto, pese a ser uno de los guitarristas más formidables de su generación, caracterizó el sonido vibrante y encendido de QSM, que en sus mejores momentos irradiaba como manantial de luz.
Quicksilver Messenger Service se estrenaron en 1968 con un álbum de melodioso sonido lisérgico de garaje para el que el cartelista Rick Griffin diseñó la portada. Cargada de tono apocalíptico, contenía una versión arrebatada de 'Pride of man'.
 
(Da la vuelta, retrocede, vuelve sobre tus pasos / ¿Acaso no ves aquel fulgor de fuego que brilla diez veces más que la luz del día? / Contempla la imponente ciudad convertida nuevamente en polvo / ¡Dios mío! El orgullo del hombre no es más que polvo otra vez / Da la vuelta, retrocede, vuelve sobre tus pasos / Babilonia se está descomponiendo, Egipto se hunde en la vergüenza)