domingo, 25 de febrero de 2024

The Girls in Paris

LEE HAZLEWOOD (The girls in Paris)

Por la obra de Lee Hazlewood, que abarca tanto sus trabajos de producción como una idiosincrásica carrera singularizada con su grave voz de barítono, discurre una original inventiva que está sembrada de humor y heterodoxia.
Lee Hazlewood nació en 1929 en Mannford, noreste de Oklahoma. Su juventud estuvo repleta de paisajes y oficios variados. La radio le ofreció, primero en la Corea de guerra y luego en Phoenix, empleo como presentador de discos.
En este desempeño aprendió técnicas de producción que en Los Ángeles puso a disposición de los primeros éxitos de Duane Eddy. Y Nancy Sinatra le debe el haber revitalizado su carrera en 1966 gracias al consejo que de él recibió: cantar para camioneros.
El segundo álbum de su trilogía para MGM se tituló Hazlewoodism: Its cause and cure (1967), en donde Lee se acompaña de Suzi Jake Hokom en la canción ’The girls in Paris’, cuya alegre orquestación dejar escapar hasta aires de mariachi.

(Las chicas de Paris son especiales y únicas / Lo ves en sus ojos cuando van andando por la calle / Cantan una canción que mi pobre corazón no puede olvidar / Ójala pudiera estar todavía esta noche en París / Óyelas cantar: 'La La La La Lee La La La Lee' ... / Las chicas de París se enamoran una vez a la semana / Solo de amor saben y solo de amor hablan / Óyelas cantar: La La La La Lee  La La Lee)

jueves, 15 de febrero de 2024

China

TORI AMOS (China)

En el pueblo suizo de Montreux, a los pies de los Alpes, se celebra desde 1967 su famoso festival veraniego, que, pensado al principio para músicos de jazz, enseguida realzó su prestigio al abrirse a la excelencia de artistas y bandas de otros géneros.
En 1991 Tori Amos preparaba en Londres el que, titulado Little Earthquakes (1992), sería su álbum de debut –un arrollador ejercicio de catarsis personal característica y vigorosamente punteado al piano–, cuando fue invitada a participar en el festival.
A Tori le tocó hacer de telonera de los Moody Blues, pero decidió darse a conocer definitivamente, adueñándose del escenario con la rara frescura interpretativa de que era capaz, y para lo que solo necesitaba de su voz pasional y de las firmes notas del piano.
Tori adelantó aquí siete canciones de Little Earthquakes, una de ellas ‘China’. Hija de predicador metodista, Tori volvería a Montreux al año siguiente para gritar ante un público ahora expectante que ya contaba con una voz libre tras tantos años de silencio.

(La distancia de China a Nueva York / Puedo sentirla acercándose / Estás justo a mi lado / Pero necesito un avión / Puedo sentir la distancia en tu respiración / A veces pienso que quieres que te toque / Pero, ¿cómo hacerlo si levantas un muro tan grande a tu alrededor? / En tus ojos vi un futuro juntos /  Tú solo miras a la distancia / China decora nuestra mesa / Es curioso que las grietas no acaben de mostrarse / Sirve el vino, querido / Dices que nos iremos de vacaciones / Pero no nos ponemos de acuerdo a dónde ir)

lunes, 5 de febrero de 2024

Turn! Turn! Turn!

THE BYRDS (Turn! Turn! Turn!)

The Byrds, el grupo que Roger McGuinn y Gene Clark formaron en Los Ángeles en 1964, impulsaron desde sus inicios el folk-rock eléctrico que, con afán innovador y genialidad artística, fue pilar fundamental del panorama musical californiano de los sesenta.
El grupo, que se completó hasta 1967 con David Crosby, Chris Hillman y Michael Clarke, participaba del mismo espíritu visionario y festivo con el que los Beatles y Bob Dylan revolucionaron los contenidos temáticos, poéticos y musicales de la música popular.
Apoyados en sus densas armonías vocales y la reverberante guitarra de doce cuerdas de McGuinn, The Byrds dieron resplandor en el comienzo a algunas canciones de Dylan con base en el folk, como ‘Mr. Tambourine Man’ o ‘The times They Are A-changing’.
Antes de adentrarse en la psicodelia (Fith Dimension, 1966), en su segundo álbum (Turn! Turn! Turn!, 1965) adaptaron con gran éxito el tema que le daba título, y que había escrito Pete Seeger en 1959 inspirándose en un capítulo del Libro del Eclesiastés. 

(Para todo - girar, girar, girar / Hay una estación - girar, girar, girar / Y un tiempo bajo el cielo para cada propósito / Un tiempo para nacer, un tiempo para morir / Un tiempo de plantar, un tiempo de cosechar / Un tiempo para matar, un tiempo para curarse / Un tiempo de reír, un tiempo de llorar / Para todo - girar, girar, girar / Hay una estación - girar, girar, girar ... / Un tiempo para edificar, un tiempo para destruir / Un tiempo de bailar, un tiempo de apenarse)