Nacido en 1979 en una pequeña localidad de Missouri entre padres fervorosamente cristianos, Nathaniel Rateliff vivió con ellos la devoción religiosa, pero también su dedicación a la música, la que tocaban para la iglesia protestante local.
Su madre le enseñó los primeros acordes a la guitarra a los trece años. El padre moría por entonces dejándole discos entre los que descubrió a John Lennon y Led Zeppelin, sin que haya que relacionar esto con su pérdida de fe cinco años después.
Pero encontró otra más fuerte en la banda de blues y rock garajero que formó en Denver con su amigo Joseph Pope III. Debutó con Desire and disolving men (2007), un álbum de composiciones sobrias para un tiempo de trabajos modestos y una vida nada fácil.
En Chicago grabó las canciones de In memory of loss (2012), entre las que se incluída 'A lamb on the stone': en la mejor tradición del folk-rock templado que, con su música, busca llegar al oyente y despertar en él emociones honestas.
(¿Te crees un hombre al que hablar? / ¿Piensas que me importa?... / ¿Quieres ser el martillo de esos cuellos rotos que no se doblan? / Me has puesto ganchos para estirarme de la piel / Igual que en las antiguas danzas indias / Pero espera... / Creo haber encontrado la manera de poder abordarme... / Hay gran confusión en la frontera de ninguna parte)