lunes, 16 de abril de 2018

The dancer

P J Harvey - "The dancer"

P J Harvey cubrió con "Dry" (1992) y "Rid of me" (1993) su particular etapa grunge. La crudeza del primero está en su voz, convertida en grito primitivo, y en los pasajes en los que la rítmica y la guitarra eléctrica se retuercen con fuerza epiléptica.
Esta línea se profundiza en el segundo disco hasta cargarla fieramente de obsesiones sobre el amor, el sexo o la muerte. Con el productor Steve Albini,  P J Harvey había creado un sonido totalmente inédito, de violencia espasmódica.
Aquellos dos discos bastaban para consagrar a P J Harvey como artista excepcional. Y, sin embargo, superada la furia del principio, "To bring you my love" (1995) es  el álbum que mejor expresa la profundidad de un alma que flota sobre un lecho romántico.
El tono sigue siendo melodramático, igual que la portada que la presenta como una Ofelia prerrafaelita, pero esta vez le envuelve una sensibilidad permeable a referencias religiosas y místicas que la llevan a congraciarse con la melodía. 

("Llegó a caballo, rápido como fénix salido de fuego llameante/Llegó vestido de negro, con una cruz que llevaba mi nombre/Llegó bañado de luz, esplendor y gloria/Me cuesta creer lo que el señor ha terminado por enviarme/Me dijo: 'Baila para mí, fanciulla gentile'/Me dijo: 'Ríe, puedo hacer sentir a tu corazón'/Me dijo: 'Vuela conmigo, toca el rostro del dios verdadero/Y después llora de gozo en la profundidad de mi amor")

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