miércoles, 27 de octubre de 2021

The End

DIANE BIRCH (The End) 

Los himnos religiosos del Adventismo del Séptimo Día, una iglesia de la que su padre era pastor, fue un primer estímulo para que Diane Birch optara por aprender piano siendo niña. Y lo hizo según el método Suzuki, que prima el oído sobre la escritura musical.
Hasta volver a Oregón a sus trece años, en 1996, su familia la había llevado a Zimbabwe, Africa del Sur y Australia. Un peregrinaje así contribuyó a fraguarle un estilo personal que, con todo, rezuma pop-soul clásico en la línea de Elton John o Laura Nyro.
Los Ángeles sirvió para que se curtiera como pianista en distintos hoteles y terminara tocando para Prince en 2006. Tras pasar por Londres, Diane grabó Bible Belt (2009) en Nueva York, un primer disco que se adscribe al sonido templado de soul urbano.
Su voz volvía a ser el instrumento esencial con el que cubre de sensibilidad melódica el segundo álbum, Speak a little louder (2013). De la que volvía a dar pruebas en 'The End', un sencillo aparecido en 2017 para recordar a su fallecido padre.

(Bajo mi piel hay un fantasma / Que baila despacio con alguien que yo era antes / Pero ahora la chica que soy no me deja entrar / Vivo con recuerdos que por muy brillantes no puedo ver / Despiértame en el otro lado / Allí iré nuevamente esta noche / Nuestro amor sólo había empezado / Oh, ¿por qué una estrella brilla al final con más fulgor? / Bajo mi piel hay un fantasma / Que, igual que una canción de cuna, quema despacio / Tú me la cantabas / Como humo que el viento llevara)

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