Claudine Longet, una parisina que sumaba talento artístico y atractivo personal, llegó a Las Vegas en 1960, casi adolescente, como bailarina del cabaré musical Folies Bergère. Meses después conocería a Andy Williams, y su vida cobró una inesperada aceleración.
La familia que formaron la apartó temporalmente del mundo del espectáculo, pero reapareció en 1964 en programas de televisión, algunos del propio Andy Williams, en los que a veces interpretaba canciones de otros con adorable languidez.
Con voz aniñada, Claudine Longet hacía un pop de blanda sensualidad, mas sin faltarle el encanto por el que Herb Albert la contrató para su sello discográfico y le ganó a ella para su primer álbum, Claudine (1967), la certificación de disco de oro en ventas.
El arreglista Nick de Caro también estuvo presente en Colours (1968), apreciado por la nómina de artistas versionados y su coloración psicodélica. Let's spend the night together (1972), un guiño a los Rolling Stones, fue la última obra de mérito de Claudine.
(Ay, ay, no te preocupes de lo que pase por tu cabeza / No tengo prisa, puedo esperar / Estoy en ascuas y se me anuda la lengua / Voy perdiendo el sentido y la boca se me seca / Voy subido, pero intento, intento, intento / Pasemos la noche juntos / Te necesito como nunca / Es tan fuerte que no puedo disfrazarlo... / Ni siquiera puedo disculparme /Pasemos la noche juntos)
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