lunes, 29 de octubre de 2018

Giving up everything

NATALIE MERCHANT (Giving up everything)

Natalie Merchant creció en una familia en donde la música lo ocupaba todo, también el espacio que se reserva a las noticias de la televisión y de diarios. Buscaba trabajos especiales cuando, todavía adolescente, se hizo cantante del grupo 10.000 Maniacs.
Durante más de una década, aquel grupo de rock alternativo recibió de ella una voz de alegre frescura juvenil y muchas de sus composiciones. Pero Natalie decidió emprender una carrera en solitario en 1994, publicando enseguida Tigerlily (1995).
Este álbum, del que vendió más de cinco millones de copias, la convirtió en una artista definitivamente respetable. En Ophelia (1998), un álbum en torno a la libertad que expresa la femineidad por encima de estereotipos, colaboraron cerca de treinta músicos.
Tras su trabajo en Motherland (2001) con el productor T-Bone Burnett, hubo que esperar a Natalie Merchant (2014) para tener un álbum con material propiamente suyo. Entre arreglos de pop orquestal, 'Giving up everything' desvela un imprevisto despertar.

(Renunciando a todo / a mi hambre de fantasiosa esperanza... / a la obsesión de buscarla... / a la fortuna que estaba atesorando.../ maté compasivamente mis deseos... / ver toda toda la magnificente vacuidad / Di lo que deseo por lo que es / Por la dureza de dentro y la amargura / Por la dulzura de su sustancia / Renunciando a todo, al plan maestro y al esquema central... / a mi maldita búsqueda de significado... / a la brújula y al mapa que seguía)

domingo, 21 de octubre de 2018

I am... I said

NEIL DIAMOND (I am... I said)

Neil Diamond empezó trabajando en Brill Building, el mítico edificio neoyorkino que albergó a principios de los sesenta una industria orientada a la música pop, antes de convertirse en el artista que alcanza metas reservadas a los verdaderamente grandes.
Maestro de las texturas suaves y melódicas, tanto el álbum Jonathan Livingston Seagull (1973), búsqueda solitaria de la verdad, como Hot August Night (1972), un álbum en directo inolvidable, mostraron otras facetas menos conocidas de su gran talento.
Neil Diamond cuenta con un repertorio de canciones que, como 'Song sung blue', 'Sweet Caroline', 'Solitary man' o 'Kentucky girl' son muy celebradas. Y sus más de cuarenta álbumes, algunos en lo alto de las listas de éxito, le otorgan la categoría de leyenda.
En 1971 Neil Diamond publicó Stones,  que, además de temas de Leonard Cohen, Joni Mitchell o Tom Paxton, contenía la espléndida 'I am... I said', una canción de tono confesional con arreglos orquestales de gran expresividad lírica.

(Está bien vivir en Los Ángeles, el sol luce casi todo el tiempo... / Pero, sabes, no paro de pensar / En hacer el viaje de vuelta / Nací y me crié en Nueva York / Ahora me siento perdido entre dos orillas / En Los Ángeles se está bien, pero no es mi hogar / Lo era Nueva York, mas ha dejado de serlo / 'Soy yo'... dije / Pero no había nadie / Y nadie podía oír/'Soy yo', grité... / Estoy perdido y ni siquiera sabría decir por qué)

domingo, 7 de octubre de 2018

To Ramona

ALAN PRICE (To Ramona)

La filiación cercana al jazz con la que Alan Price formó su grupo en 1961 cambió a aires de movido Rythm & Blues al incorporar la enorme personalidad de Eric Burdon un año después, resultando en una fórmula que triunfó en la escena londinense de 1963.
Alan Price lideró al órgano el ímpetu con el que la voz potente de Eric Burdon empezó a encadenar éxitos para The Animals con canciones como 'House of the rising sun' o 'Don't le me be misunderstood'. Pero, sorpresivamente, abandonó el grupo en 1965.
Alan Price daría pie pronto un nuevo proyecto en el que The Price to pay (1966) mostraba su admiración por el soul americano, mientras que A price on his head (1967) guardaba varias composiciones de Randy Newman, un autor casi desconocido entonces.
Había también en ese álbum un reconocimiento al Bob Dylan que en 1964 dejaba la vertiente política para dar cabida a temas más personales, como el de la canción 'To Ramona', vertida por Alan con la ternura que corresponde a un mensaje de despedida.

(Ramona, acércate / Cierra suavemente tus ojos lacrimosos / Los espasmos de tristeza pasarán y se reavivarán tus sentidos / A las flores de la ciudad una veces les colma el aliento y otras están como muertas / Y no tiene sentido tratar con lo que muere / Aunque esto no puedo explicarlo con palabras... / El magnetismo de tus movimientos aún atrapa los minutos que me envuelven / Pero mi corazón se duele, amor, cuando te ve queriendo ser parte / De un mundo que no existe)