jueves, 5 de diciembre de 2019

Hope is a dangerous thing for a woman

LANA DEL REY (Hope is a dangerous thing for a woman)

Lana del Rey ha seguido una continua progresión artística desde Born to die (2012). La ahora diva del pop es dueña de una musicalidad de coloración oscura que se sustenta y enriquece en lánguidos paisajes orquestales de inspiración clásica.
La artista neoyorquina había cumplido varios empeños grabando y tocando en locales de la ciudad, y luego trasladándose a Inglaterra, antes de que, sorpresivamente, un par de vídeos colgados en la red en 2011 le abrieran las puertas de la industria.
En ellos ya puede verse la tensión que habita el imaginario de Lana del Rey, en donde las apariencias glamourosas del sueño americano que hablan de riqueza, amor y fama se descubren en un fondo de frustración, engaño y abusos.
Tal es el juego que llena las canciones de los cuatro discos siguientes, pero al ampliar la gama de tonos melancólicos y al ahondar en el clasicismo musical, Lana del Rey ha logrado que Norman Fucking Rockwell (2019) destaque por encima de todos ellos.

(Estaba leyendo a Slim Aarons y me dio por pensar / Que quizá tendría menos estrés si no me pusieran a prueba / Como a todas estas debutantes / Que vestidas de rosa y con tacones altos no paran de sonreír en sus yates blancos / Pero yo no soy eso, yo no / Yo no paro de dar vueltas en mi jodido batín... / No me preguntes si soy feliz, sabes que no / Pero al menos puedo decir que no estoy triste / Porque tener esperanzas es peligroso para una mujer como yo)

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