domingo, 12 de junio de 2016

I wasn't born to follow

The City - "I wasn't born to follow"

Entre los cantautores norteamericanos más prestigiosos de los setenta, Carole King reluce con letras de oro gracias a "Tapestry" (1971), un álbum de calurosas y honestas confesiones en las que se transluce una alquimia pop-soul de sonido balsámico.
Durante varios años, Carole King había preparado aquella gran eclosión trabajando en el Brill Building de Nueva York con su primer marido, Gerry Goffin, para éxitos de otros artistas. En 1967 se trasladó al entorno de Laurel Canyon, en Los Ángeles.
Aquí encabezó The City, una formación musical en donde junto a Danny 'Kootch' Kortchmar (guitarra), Charles Larkey (bajo) y Jim Gordon (percusión) dejó sentir un piano y una voz que parecen salidos de venturosas tierras de abundancia.
"Now that everything's been said" (1968) es un álbum precursor del idealismo visionario tan presente en su inmediata obra posterior. Lo testimonian canciones como "I wasn't born to follow", de la que los Byrds hicieron poco después una exquisita versión.

("Oh, antes iría en un viaje allí donde irradia el Diamante creciente/Y correría por el valle bajo la montaña sagrada/Y me perdería por el bosque en donde los árboles tienen hojas como prismas/Que descomponen la luz en colores de los que nadie sabe su nombre/Y, llegado el tiempo, iré a esperar junto a la mítica fontana/Hasta ver tu forma reflejada en sus aguas cristalinas")

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